Intercambio de opiniones, diálogo de amigos viejos y nuevos, convivencia en torno al arte
Las Tertulias sabatinas del Museo Bellapart
Marianne de Tolentino
El próximo martes, 18 de febrero, el Museo Bellapart cumple quince años. Institución privada, fundada por Juan José Bellapart y fundamentado en las obras que él ha reunido, es único en Santo Domingo por esa idiosincrasia, y porque pone generosamente su colección al servicio del conocimiento, la educación y el placer… de todos los públicos. Basta dejarse llevar al quinto piso del edificio Honda, para acceder a la mejor representación y presentación del arte dominicano, descubrir y disfrutar, según una museografía periodicamente renovada, la historia de la plástica nacional.
La acogida también es ejemplar y personalizada: allí está, increiblemente atenta y disponible, Myrna Guerrero, directora, conservadora, formadora. Dentro de sus funciones y una labor tesonera, ella ha tenido la excelente iniciativa -que se mantiene desde hace dos años, con ejemplar constancia- de un conversatorio, abierto y sin restricciones, cada vez más apasionante y frecuentado.
Las tertulias sabatinas
Durante mucho tiempo – y en el mundo entero- , se ha negado importancia al público, pasivo, distanciado , sino abandonado. Hoy en día, sucede lo contrario, “los públicos” se solicitan y se miman… Una manera de hacerlo, es establecer un contacto directo y brindarles la oportunidad de comprender mejor, de apreciar y sentir, de suscitar aun la reflexión. Para ello, las conferencias, los debates, las mesas redondas, descartando condiciones de asistencia, se han multiplicado. Sin embargo, su eficiencia es relativa. Entran en juego la calidad de los panelistas y/o el elitismo de sus ponencias, la cantidad de oyentes y su receptividad, el interés del tema y la promoción de la actividad.
El Museo Bellapart y su directora, Myrna Guerrero, han encontrado una “formula”, de creciente acogida y admrables resultados: la tertulia sabatina. Inicialmente, parecía un reto, conociendo la improbable respuesta los días no laborables e invitando a media mañana del sábado, ¡cuando el fin de semana suele predisponer a la ociosidad cultural! Sin embargo, la iniciativa ha triunfado, y las tertulias se celebran religiosamente, cada mes –salvo otra programación excepcional o fecha mayor-. Es más, se espera la próxima convocatoria, por un e-mail atractivo, ¡y los habituados consideran este encuentro como una cita obligada!
El éxito descansa en varias razones. En primer lugar, es una “tertulia”, o sea una conversación , a la vez abierta y colectiva, diversa en generaciones, procedencias y profesiones de los contertulianos, en la cual cada espectador puede convertirse en actor, no solamente haciendo alarde de conocimientos –¡se deja el pecado a los críticos!-, sino diciendo lo que le viene en mente, sin complejo, hasta un chiste y aun un chisme inofensivo…. Algunos prefieren callarse, otros reiteran intervenciones, imperan libertad y tolerancia. La disposición –discretamente modificable- de las sillas en la sala, frontal y en medio círculo, constituye otro factor de informalidad bienvenida.
Luego, y forzosamente es lo principal, el Museo Bellapart escoge para cada tertulia, a un artista y una obra de su excelente colección. La “facilitadora”, Myrna Guerrero, hace la presentación, biográfica, analítica y técnica, delante del original y del autor –si está vivo-. Se baja al segundo nivel y a otro salón -aunque no es una norma-, los asistentes se instalan, y una proyección, varias veces repetidas, propone una ámplia selección de obras, ya no de la colección, del artista homenajeado… Empieza la tertulia, las manos se levantan, las voces se desinhiben, y Myrna se vuelve una diligente moderadora. La audiencia obviamente se siente feliz e invitada a participar. La animación crece. La disciplina espontánea y la hora del cierre mandan, después de un brindis refrescante.
Un éxito
Todos los presentes han aprendido, y generalmente mucho, acerca de la vida del artista y el medio artístico, sus sentimientos, sus inquietudes y sus investigaciones, incluyendo a los secretos de la técnica. Esta (in)formación, más eficaz que las doctas ponencias, contribuye óptimamente a la revelación o la apreciación –orgullosa- de nuestra creación visual. Por supuesto, diálogos y discusiones continuan hasta “nos vemos pronto”…. y aun después.
Publicando la lista de las tertulias que se ofrecieron, nos percatamos de la selección muy atinada de los temas, que es prácticamente infinita y no ne circunscribe a la evocación de los maestros. Ojalá se puedan recopilar, aun particalmente, estos encuentros, y que, recordando a “La Tertulia de los Solterones” de Emilio Rodríguez Demorizi, tengamos una memoria de “Las tertulias sabatinas del Museo Bellapart”.
Para concluir, dejamos la palabra a Myrna Guerrero y su perfecta definición: “Las tertulias sabatinas se han convertido en un espacio de convergencia y diálogo fecundo de artistas de varias generaciones, críticos de arte, profesionales diversos, estudiantes de muy diversas carreras y público en general. Han sido un instrumento lúdico y abierto hacia el conocimiento de figuras destacadas de nuestra historia del arte, su vida, su obra y trascendencia. Brindar la oportunidad a los jóvenes de encontrar y escuchar artistas de trayectoria reconocida ha sido una experiencia muy gratificante”.
ZOOM
Tertulias realizadas
2012
Febrero Soucy de Pellerano
Marzo Antonio Prats Ventós
Abril/Mayo Clara Ledesma
Junio Ramón Oviedo
Agosto Aquiles Azar
Septiembre Jaime Colson
Octubre Gaspar Mario Cruz
Noviembre Guillo Pérez
Diciembre Gilberto Hernández Ortega
2013
Febrero Domingo Liz
Marzo Elsa Núñez
Abril Luis Martínez Richiez
Mayo Jorge Severino
Julio Escultura dominicana
Agosto Silvano Lora
Septiembre Dibujo en Manolo Pascual
Octubre Destellos del Caribe
Noviembre Alonso Cuevas
Diciembre Cándido Bidó
2014
Febrero Manuel Montilla
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