La crítica de arte como una estrategia de diálogo, Entrevista con David Mateo

Aretcronica n°1

Respuestas de David Mateo (Cuba)

Crítico de arte, curador y editor. Director Revista Artcrónica

 -¿Cómo concibe su función de crítica de arte?

 Me interesa la crítica de arte como alternativa de interpretación y testimonio. Pero esos enfoques no están sustentados en mi caso en una voluntad de ratificación exhaustiva, meticulosa, de determinados postulados teóricos (lo cual no quiere decir que desestime sus valores referenciales), sino en el interés por indagar y revelar conceptos, procedimientos y artificios técnicos, por tratar de verificar la influencia que ellos ejercen dentro del ámbito socio-cultural. 

Las relaciones entre sujeto artístico y contexto, producción artística y circunstancia, emplazamiento y antecedente, matizan casi todo mi trabajo como crítico de arte. Pienso que en ello ha tenido una gran influencia mi formación como periodista y editor, y mi permanente vocación investigativa, indagatoria.     

También asumo la crítica de arte como una estrategia de diálogo e interconexión. Pudiera parecer un poco petulante, pero confieso que la contraparte esencial en ese proceso es el artista plástico y no el espectador como suele afirmarse. Mi crítica de arte se esfuerza por priorizar el sentido de coloquio, de interlocución y polémica con los autores, como un intento por ampliar o enriquecer las variantes perceptuales e interpretativas de sus obras. Le otorgo mucha importancia incluso al material anecdotario que se desprende casi siempre de esa experiencia de aproximación y vínculo… Afortunado es el momento aquel en el que logro forzar esas variantes perceptuales e interpretativas hasta límites no concientizados del todo por algunos creadores. Considero que mientras más sincera y diáfana sea esa experiencia de diálogo e interconexión con los autores, y sobre todo: mientras más elocuente sea su explicitación literaria, más asimilable y funcional podrá ser el discurso crítico frente a sus  potenciales lectores.    

 -¿Tiene alguna particularidad ejercer esta función en el contexto del Caribe?

 En el Caribe se han estado manifiestando fuertes intercambios en el orden político, económico y cultural (sobre todo en la literatura, la música y la danza). Sin embargo, no podemos afirmar que se haya alcanzado la misma dinámica en el plano de la crítica de arte y sus alternativas editoriales. El reciente evento celebrado con éxito en Martinica Revues en vue fue un ejemplo palpable de esa situación y de la necesidad que tenemos de reforzar nuestros vínculos en ese ámbito. En ello influye, por supuesto, el obstáculo del idioma, pero también el inconveniente de la falta de vías de comunicación y de intercambios directos, fluidos, entre nuestros especialistas, investigadores y críticos. Existen pocas alternativas para potenciar los procesos creativos y los conceptos o ideas que ellos promueven. A veces estamos más actualizados y conscientes de los que ocurre en Europa, Asia o Estados Unidos que de lo que sucede en nuestras regiones caribeñas. Paradójicamente nuestros artistas, críticos y curadores potencian frecuentemente sus obras en otras regiones del mundo y no cuentan con alternativas para hacerlo regionalmente. Ejercer la crítica de arte desde esa perspectiva interpretativa y testimonial que mucho me interesa, y sobre todo encontrar las vías para hacerla circular y ponerla a confrontación entre los colegas, resulta vital para el desarrollo de una perspectiva unitaria, verdaderamente representativa dentro del Caribe… He tenido la oportunidad de trabajar además como editor y director de dos proyectos editoriales (las revistas Arte por Excelencias y Artcrónica) en los cuales he dado prioridad a la publicación de reseñas, análisis y ensayos críticos sobre las artes plásticas caribeñas. Es para mí una enorme satisfacción ser parte de una nueva generación de editores de arte del Caribe que, con iniciativas y recursos propios,  se esfuerzan por estimular el pensamiento artístico, por resaltar los valores creativos de la región y contribuir a su reconocimiento y legitimación en el contexto internacional.