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Qué se puede decir en 2012 de la difusión internacional del arte del Caribe

16Cuba Arte sur ANGLn°2Habla de Dominique Brebion  del 15 de mayo de 2012 en la Universidad de la Habana (XI Bienal de la Habana)

 Todos nos planteamos esta cuestión, pero para intentar delimitarla, es primordial distinguir:

* la difusión institucional en los museos y las bienales de las capitales del arte de la inserción en el mercado internacional a través de las galerías o las subastas

* la proyección individual de artistas prestigiosos (Lam, Kcho, Télémaque) de la difusión del arte caribeño, lo que nos lleva a preguntarnos: ¿Qué es el arte caribeño? En realidad, a los periodistas y a los aficionados les gustan las fórmulas generalizantes y simples, pero cada uno de nosotros aplica esta etiqueta a realidades diferentes.

*la difusión surgida en el Caribe de la difusión originada en las capitales del arte

*los diferentes vehículos de difusión internacional: exposiciones, ventas, edición, medios de comunicación digitales

¿Cómo se crea la imagen del Caribe en el circuito internacional?

Es evidente que artistas como Lam, Télémaque o Kcho han formado parte a escala internacional del circuito institucional de difusión y del propio mercado. Pero si nos referimos a lo que para simplificar llamamos arte del Caribe, percibimos desde hace poco un comienzo de difusión institucional, bien es cierto, pero aún queda al margen del circuito comercial internacional. De hecho, el Caribe no se considera todavía un mercado emergente, mientras que India y China han adquirido este estatus en los últimos años.

En 1984, la Bienal de la Habana fue la primera, y durante mucho tiempo la única, en promover las artes del Tercer Mundo, invitando a críticos y profesionales de todo el mundo a dicha manifestación, lo que impulsó la creación de una red y de nuevos proyectos. Así, Hamdi El Hattar, iniciador del proyecto Karibische Kunst Heute, presentado en Kassel en 1994, asistió a la Bienal de la Habana de 1989.

Es preciso reconocer que la dinámica caribeña surgió en el propio archipiélago, más de quince años después de la pionera Bienal de la Habana (1984), pero con antecedentes desde el principio de los años 90 (Gala di arte Curaçao, 1990; Carib art  Curaçao, 1992; Bienal de pintura del Caribe y de América Central, República Dominicana 1992). El 500 aniversario del choque de los dos mundos sirvió sin duda de detonador.

Sin embargo, el entusiasmo de los precursores no excluía algunos intentos.

            ¿Cómo podemos acercar y comparar la producción artística de islas-líder en virtud de su historia (Jamaica, Cuba, República Dominicana) o de regiones continentales latinoamericanas (Venezuela, Colombia) con la de otras islas que aún están en curso de estructuración artística (Martinica, Barbados, Guadalupe, Trinidad) sin olvidarnos de otros territorios minúsculos? De hecho, en tres de las islas más grandes y más pobladas se concentran las escuelas de arte y los museos más antiguos o las bienales nacionales o internacionales más mediáticas, beneficiándose de la sinergia del continente latinoamericano, que integra con buena voluntad  a sus hermanas hispanófonas.

 La difusión del arte contemporáneo del Caribe de la década de 2000 es muy diferente de la de la década de 1990. El Caribe comienza a tener mayor presencia en los museos americanos o europeos.

Tras la exposición Caribe insular: exclusión, fragmentación y paraíso  (1998), presentada en el Museo Extremeño e Iberoamericano de Arte Contemporáneo de Badajoz y en la Casa de América de Madrid, diversas manifestaciones de alcance internacional han promovido el arte contemporáneo del arco antillano a lo largo de la primera década del siglo XXI, tanto en instituciones museísticas de renombre (Brooklyn Museum , Tate Liverpool , Art Museum of the Americas ), capitales del arte (Nueva York , Liverpool, París , Washington ) y  centros artísticos consolidados, en Hartford (Rockstone & Botheel) y Miami (The Global Caribbean  ), en las Islas Canarias y en el Caribe   (Horizontes insulares   ) .

De una década a otra, cada vez que se ha pasado de una selección estrictamente nacional a una práctica museística basada en criterios temáticos o artísticos, la imagen del Caribe se ha consolidado y ha adquirido más coherencia. A todas luces, este es el paso que se ha dado entre las primeras bienales de pintura y la reciente Trienal de la República Dominicana , entre las primeras participaciones de los países del Caribe en las bienales de Sao Paulo de 1994 y 1996 y la exposición de grupo dentro de esta misma bienal, El Caribe: una historia en blanco y negro, en 1998 . Las realizaciones más recientes, como Infinite Island o Rockstone & Botheel hacen más hincapié en las propias obras que en la representatividad nacional, en una producción artística del Caribe, y no de cada una de las islas del Caribe.

En 2012, se han programado dos importantes exposiciones: Who are more Sy-Fy than us, en el Kade Kunsthal de Amersfoort (Holanda), y Caribbean Crossroad of the World, en tres museos de Nueva York

Desde finales de la década de 2000 se advierte un nuevo impulso caribeño. También conviene mencionar algunos proyectos iniciados en la región: Atlantide Caraïbe (2008) , Está usted aquí (2010) , Caribe expandido (2011) , Wrestling with the image (2011), tanto si se presentan en la región o fuera de ella. De hecho, continúa la dinámica caribeña en favor de la proyección  de los artistas de la zona. Muestra de ello es el Pabellón del Caribe de la Bienal de Liverpool (2009) ,  coordinado por el International Curator’s Forum. Las consecuencias positivas del seminario de la Fundación Clément y de la Aica Caribe Sur de 2008: al seminario asistieron varias instituciones y expertos internacionales, diferentes representantes de las redes de arte contemporáneo. A consecuencia de los contactos de este simposio, el HKW( Haus del cultura der Welt ) de Berlínrecibe en 2012 al artista Bertrand Grosol, La Fundación Clément inicia Tres por Tres, tres exposiciones individuales de artistas de Martinica en París (en la Galerie Robert, la Galerie Les filles du Calvaire y la Galerie Anne de Villepoix), y el posterior proyecto OMA, en el marco del Año de Ultramar. La presencia en el seminario de 2008 del equipo de gestión museística de Caribbean crossroad of the world ha facilitado asimismo la presencia de artistas de Martinica en la exposición

La edición y los medios de comunicación digitales también participan en la proyección de las artes actuales del Caribe.

Además de Small axe , editada por el Duke University Press desde 1997 (37 números), han surgido nuevas revistas: Arte Sur , Arte por excelencias , ARC , pero la barrera lingüística suele ser un freno importante para la circulación de las ideas: ¿Qué zona lingüística tiene el mayor número de lectores potenciales?

25 068 273 de hispanófonos en el Caribe, frente a los 365 millones de habitantes del continente latinoamericano.

8 670 419 anglófonos, que pueden cautivar a algunos lectores británicos y americanos.

1 037 723  francófonos, sin contabilizar a los 9 923 243 haitianos, ya que las dificultades económicas, políticas y climáticas les han llevado a romper la dinámica que existía cuando Lam y Césaire viajaban a Puerto Príncipe para asistir a seminarios, o cuando Breton y Malraux participaban en el reconocimiento internacional del arte naif haitiano. Los neerlandófonos son mucho menos numerosos (alrededor de 8000).

Algunos números especiales de revistas europeas se han dedicado al arte del Caribe: Art Absolument de noviembre  de 2011,Papeles de cultura contemporánea, n.° 14 de diciembre de 2011.

También se han publicado obras como Curating in the Caribbean,presentada en el Centro Wifredo Lam con motivo de la XI Bienal de la Habana.

Pero también hay que tener en cuenta las publicaciones electrónicas: Arte America  revista digital de la Casa de las Américas, en línea desde 2001 (27 números); o más recientemente, la excelente Artcronica, puesta en línea desde hace poco; o Draconian Swittch,editada conjuntamente por Christopher Cozier y Richard Rawlins, que ha publicado 16 números desde 2010; y el más reciente, Uprising Art  Además de las revistas, los catálogos electrónicos contribuyen notablemente a un mejor conocimiento de las exposiciones y los artistas.

Los blogs y los sitios web desempeñan un papel importante. Voy a citar dos de ellos: Arte Sur (www.arte-sur.org),homónimo de la revista cubana, donde se recoge todo lo relacionado con el arte latinoamericano: artistas, acontecimientos; conservadores, exposiciones, críticas. Y también la web de la Aica Caribe Sur  (http://www.aica-sc.net)

Como ya han señalado Annie Paul (catálogo The Global Caribbean) y Christopher Cozier (Wrestling with the image), el desarrollo de los medios de comunicación digitales ha modificado la forma de trabajar y promocionarse de los artistas. Así, los aficionados pueden seguir paso a paso la creación artística y la preparación de las exposiciones de Sheena Rose en su blog: sroseart.tumblr.com. Y no hace falta viajar para asistir a través de Facebook  a una performance de Ebony Patterson, Cheap and Clean, visible en la pantalla y al mismo tiempo en Fresh Milk (St. Georges, Barbados), en la Bermuda National Gallery (Hamilton, Bermuda), en Alice Yard (Puerto España, Trinidad), en Popop Studios (Nassau, Bahamas) y en el Kentucky Museum of Art (Lexington, Kentucky).

En la actualidad, lo fundamental es consolidar y reforzar una red caribeña para incrementar nuestra visibilidad.

Dominique Brebion

Aica Caraïbe du sud

www.aica-sc.net

 

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