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Tessa Mars: nan Dòmi, las canciones que cantamos

La exposición «Nan domi. Las canciones que cantamos», concebida y comisariada por Eva Posas, muestra la obra de la artista visual Tessa Mars. Podrá verse en el espacio Resquicio de la Casa del Lago, México, del 27 de abril al 17 de noviembre de 2024. En esta exposición, Tessa Mars explora las nociones de sueño, herencia ancestral vudú y migración. Hemos hablado con la comisaria sobre el significado y la importancia de esta exposición en México.

Tessa Mars Nan Dòmi : Les chansons que nous chantons

Es la primera vez que Tessa Mars expone en México con « Nan Dòmi, las canciones que cantamos », una exposición que tiene sus raíces en una canción de cuna haitiana. Al explorar los sueños y el espacio subliminal, la artista nos invita a reflexionar sobre los temas de la migración, la espiritualidad y la identidad. Como comisaria, ¿cómo ha orquestado la presentación de estas obras para fomentar el diálogo entre ellas?

La invitación a Tessa surge, precisamente, de explorar temas de relevancia social en el contexto caribeño y latinoamericano tomando como punto de partida el viaje migratorio que acontece desde el Caribe hasta la última frontera de México con EE.UU. La espiritualidad y migración fueron los puntos de partida que platiqué con Tessa desde la primera invitación y como curadora, mi trabajo parte de mantener una conversación y escucha constante con les artistas, en este caso Tessa. A partir de nuestras largas conversaciones es que sumo un ensayo que ofrece sugerencias de cómo navegar las diversas posibilidades temáticas y que identifico como el sueño, la canción, la travesía y la raíz. Este texto está presente en una publicación donde además publicamos un poema de Tessa, pues mucha de su producción se basa en narraciones de su propia autoría en diálogo con fragmentos de otras autoras como Dionne Brand. Por otro lado, considero que la voz de la artista es la más importante, es a quien queremos y debemos escuchar desde el lenguaje que nos presenta, en este caso la pintura. Es por eso que en el espacio de exhibición no hay una separación temática. Al contrario, cruzar el umbral hacia la sala de Resquicio es entrar a un capullo íntimo, entre tú como espectador y el imaginario de Tessa. El encuentro con su obra y las diversas posibilidades temáticas y narrativas se dan desde la intuición al explorar el espacio y los sentidos.

Tessa Mars_Casa del Lago_@eriklopez.xyz

¿Puede describir el espacio expositivo? Las instalaciones u obras expuestas?

Nan Dòmi es la tercera exposición de Resquicio, el espacio expositivo de Casa de Lago que inauguró bajo la actual dirección de Cinthya García Leyva, la subdirección de Jean Pierre Espinoza y todo el equipo en el recinto principal de la institución. La sala es un espacio pequeño y peculiar pues se encuentra en la parte de abajo de la casa porfiriana; lo que era espacio de almacén y bodega, fue recuperado para fungir como sala Resquicio y así permitir un lugar de experimentación para el arte joven latinoamericano. Que desde ese espacio hasta entonces oscuro y secreto, se filtrara el resquicio lumínico con voces fuera de la hegemonía.  Por lo tanto, a diferencia del resto de la casa, la sala tiene techos más bajos y solo una pequeña ventana lo que propicia un efecto de abrazo, de intimidad. Es un lugar que acobija; a diferencia de otros espacios museísticos propicia la cercanía y no la distancia, entre el arte y el espectador.

Tessa Mars_Casa del Lago_@eriklopez

¿Cómo refleja el título de la exposición « Nan dòmi: Las canciones que cantamos », inspirado en la canción de cuna criolla haitiana « Dodo Titit », los temas del trabajo creativo de Tessa Mars en la exposición?

Gran parte de mi práctica curatorial se basa marcar las políticas del lenguaje como metodología de trabajo por lo que era importantísimo que el título estuviera en el idioma materno de Tessa. Compartir el creole haitiano en el título enfatiza su derecho como un idioma real y cargado de la historia y conocimientos cruciales para la cultura e identidad política de la población haitiana.

Nan dòmi. Las canciones que cantamos, parte de dos temas principales: el sueño y el arrullo. Primero un sueño de Tessa. En él, Tessa Mars observa un árbol de morro o güira de las Antillas de cuyas ramas cuelgan —además de los frutos— lianas o cuerdas rojas. Con el vien- to, las lianas se mueven lejos. Entre más se mueven, más rasguñan el suelo como si buscasen clavarse en la tierra y volverse raíz.

En la tradición haitiana, este árbol manifiesta una conexión espiritual con la sabiduría ancestral. El árbol habla dentro del mismo sueño: Nan Dòmi. Precisamente, esta expresión en idioma kreyòl ayisyen o creole haitiano se refiere a un estado onírico difícil de describir en palabras. De acuerdo con Mars, es quizás cercano al sueño lúcido, al sueño interno, a un sueño dentro de otro. Es también algo que sucede mientras duermes, pero que se siente real. Nan Dòmi es otro terreno, un lugar específico dentro del sueño sin tiempo determinado. De igual modo, Nan Dòmi es también una iniciación ritual dentro de la religión vudú.

En su propia vida espiritual Tessa lleva consigo la canción “DodoTitit”, un arrullo que su madre solía cantar, como un talismán en sus viajes migratorios: Duerme pequeña, si no el cangrejo te comerá. Duerme o el cangrejo te comerá. Duerme pequeña, el cangrejo en el guisado está. Si bien la letra tiene un carácter casi tenebroso, el efecto de las canciones de cuna es de tranquilidad y seguridad pues el poder de los arrullos va más allá del texto. Al cantar una canción de cuna, creamos un momento único donde podemos hablar de lo que sea y aún así sentirnos seguros desde la cercanía corporal con nuestre cuidadore. Desde ahí, los arrullos comparten miedos, advertencias, enseñanzas: el canto funge como amuleto protector.

Para las obras que vemos en la exhibición, Mars tomó “Dodo Titit” como guía onírica y talismán. El arrullo marca una relación entre los personajes viajeros que pinta y el árbol de su sueño.

Así, Tessa intenta prepararlos para el descanso: los vemos recostarse en la tierra, yacer casi serenamente. Desde esa posición el descanso nunca llega. Ya no es el sueño el que guía a estos viajeros, sino el insomnio que los arrastra por el trayecto. Se convierten en árboles perennes. El arrullo se torna en una versión distorsionada del sueño, que por cierto, es un ambiente sonoro, un audio que podemos escuchar mientras recorremos el espacio.

Tessa Mars Nan Dòmi : Les chansons que nous chantons

Cuáles fueron los principales retos a los que se enfrentó?

La sala Resquicio es también un espacio de experimentación pues, a diferencia de los espacios tradicionales de cubo blanco y el carácter histórico del lugar, (el inmueble está catalogado y protegido como edificio histórico de la nación) exige otras formas de montaje. Simplemente colgar un cuadro en la pared no es posible dentro de las normas de cuidado en este tipo de inmuebles protegidos. Junto a Beruz Herrero, museógrafo de Casa del Lago, pensamos e imaginamos cómo hacer que la exposición flotara. En ese sentido, todas las obras cuelgan desde vigas de acero que están en el techo y son parte de la estructura de la casa. Esto también acompaña al caracter onírico de la exposición.

Las raíces ocupan un lugar central en los cuadros de la exposición, donde las figuras parecen estar plantadas en la tierra, donde a veces se liberan de la tierra y donde las raíces parecen asfixiarlas. El imaginario del hombre-planta-tierra es recurrente en las obras de Tessa Mars. ¿Pueden interpretarse las instalaciones, formadas por cuerdas suspendidas de ramas, como una representación de estas raíces? ¿Este conjunto visual transmite la idea de vínculos generacionales entre los individuos y su apego a su tierra natal?

Definitivamente. También aluden directamente al árbol del sueño de Tessa que se arrastra arañando al suelo, como convirtiéndose en raíz. Esto nos lleva a otro término creole que está presente en la exhibición que es  Dechoukaj, pues la producción coincidió con el asesinato del presidente Jovenel Moïse en Haití y la violencia desatada por grupos armados en grandes zonas del país a inicios de este año 2024. Durante todo este periodo, era inevitable para Tessa hablar de dechoukaj y su significado “sacar de raíz”. Desde un sentido metafórico, esta palabra se convirtió en el símbolo de resistencia que destituyó la dictadura de Jean-Claude Duvalier a finales de los años ochenta. Mars cuenta que el término dechoukaj permanece para nombrar la erradicación de presencias a través de la quema de casas o espacios, ejecutada principalmente por las pandillas criminales.

Tessa Mars Nan Dòmi : Les chansons que nous chantons

Hablar de árboles y raíces es parte del imaginario caribeño. Según Sylvia Wynter, a través de Carole Boyce, las poblaciones africanas tuvieron que buscar formas de conectarse con el territorio, “echar raíces” a su llegada al Caribe. La gente tuvo que hacer sentido del paisaje para “enraizarse” y recrear nuevas versiones sociales de África. A través del conocimiento onírico, Mars nos habla de esto: el movimiento de la experiencia migrante, las pausas, los paisajes suspendidos entre la inherente violencia de arrancarse de raíz con la esperanza de plantarse en un lugar nuevo.

Estas evocaciones en Nan Dòmi. Las canciones que cantamos nos hablan de la imposibilidad del regreso a ningún lugar. El movimiento que vemos es un recuerdo aletargado, las cuerdas invisibles del sueño nos mantienen unidos al lugar que dejamos desde el lenguaje y la imaginación. Al final, el momento de partir es el inicio de una travesía al interior de nuestra intimidad, un espacio espiritual que nos conecta con la gente y el territorio a través del tiempo. Más allá de las fronteras de cualquier Estado nación, nos abrazamos entre los sueños, los arrullos y la memoria que compartimos.

Tessa Mars Nan Dòmi : Les chansons que nous chantons

« Nan Dòmi » hace referencia, en la cultura haitiana, a una canción de cuna o a la experiencia de un iniciado que recibe conocimientos ancestrales del vodú mientras duerme. ¿Cómo se ha trasladado visualmente este concepto a la escenografía de la exposición?

Considero que lo hicimos a través de la sensación de flotar, pues como dije anteriormente, todo cuelga del techo, todo flota. Las pinturas que suelen ser presentadas en formatos fijados a muros, aquí cuelgan y vemos como se balancean, el vaivén del movimiento. La iluminación sutil ayuda a dar un efecto de entrar a otra dimensión. Afuera puede ser un día muy soleado pero en la sala estamos con iluminación muy tenue. Como dije previamente, el punto clave donde se conecta tanto el arrullo con el sueño es en el ambiente sonoro que abraza toda la sala. Esa es una pieza sonora con voces distorsionadas cantando Dodo Titit. Repito aquí algo de otra respuesta:  Para las obras que vemos en la exhibición, Mars tomó “Dodo Titit” como guía onírica y talismán. El arrullo marca una relación entre los personajes viajeros que pinta y el árbol de su sueño.  Así, Tessa intenta prepararlos para el descanso: los vemos recostarse en la tierra, yacer casi serenamente. Desde esa posición el descanso nunca llega. Ya no es el sueño el que guía a estos viajeros, sino el insomnio que los arrastra por el trayecto. Se convierten en árboles perennes. El arrullo se torna en una versión distorsionada del sueño, que por cierto, es un ambiente sonoro, un audio que podemos escuchar mientras recorremos el espacio.

¿De qué manera el doble significado de la expresión « Nan Dòmi » en esta exposición subraya los vínculos entre infancia, herencia religiosa ancestral e identidad?

Para empezar, considero que es a través de la canción de cuna filtrada desde los sueños. Esa misma canción es transmitida por distintas generaciones, en el caso de Tessa por su madre y así sucesivamente. También, “nan domi” es una forma de comunicación intergeneracional: las ancestras nos hablan desde los sueños y desde ahí nos transmiten sus advertencias y conocimientos.

Tessa Mars Nan Dòmi : Les chansons que nous chantons

¿Cómo transmite la escenografía de la exposición al público los temas de pérdida y dolor asociados a la migración, el desplazamiento, etc.?

Algo muy importante que Tessa y yo platicamos era el propósito de su trabajo ante la condición humana de pérdida y dolor asociados al desplazamiento y Tessa, en vez de mostrar esa tristeza o condición de la que tanto se habla, prefiere compartir desde una manera contemplativa y misteriosa, una sensación de poder, incluso gozo. A pesar de todo. En ese sentido, “nan domi. las canciones que cantamos” es una exhibición que se goza, que deja un sentimiento de ligereza a través de los colores, el montaje, las expresiones. Sentirse liviano para poder continuar pese a los temas tan fuertes y dolorosos. Para mi ahí radica la potencia del trabajo de Tessa: contagiar fuerza, firmeza, desde la serenidad.

¿Cuál ha sido la respuesta del público hasta ahora? ¿Han surgido reacciones o interpretaciones especialmente interesantes?

Casa de Lago es una institución muy especial pues su público es muy diverso: desde estudiantes, familias que van de paseo por el bosque, turistas y por supuesto, el público especializado. A mi esta diversidad es lo que más me emociona pues es una posibilidad real de entablar diálogos con otras personas que no necesariamente visitarían un museo de arte contemporáneo. Hay una necesidad real por entender qué esta pasando con “la crisis migratoria” actual, que parece tan evidente pero que en realidad es muy compleja de entender. También hay mucha curiosidad por el contexto caribeño. “Tan cerca y tan lejos” es efectivamente un lugar que geográficamente es cercano pero en realidad, desde México, se siente muy lejos. México es su propia isla continental.  El día de la inauguración se me acercaron dos adolescentes, que preguntaron justo acerca de las esculturas flotantes pero ya habían leído el texto y escuchado la conversación. Esa ávida curiosidad de dos personas tan jóvenes me lleno de mucha felicidad.

¿Cómo ha influido la colaboración entre Tessa Mars y usted como comisario en la producción y presentación de la exposición?

Como decía anteriormente, considero que lo más importante es la conversación y la escucha. Mi trabajo es por un lado, ayudar a Tessa en todo lo posible, escucharla y compartir el proceso muy de la mano, con mucha claridad y confiar en ella y su obra. En ese sentido, las decisiones fueron siempre en diálogo y priorizando la intuición que Tessa manifestaba para su trabajo. Así mismo, mis diálogos con Tessa y la misma invitación, vienen de seguir su trabajo por ya largo tiempo, en conjunto con una investigación también de mucho tiempo acerca de estos temas, lo que me facilitaba compartir referencias con ella.

Tessa Mars Nan Dòmi : Les chansons que nous chantons

Como comisario, ¿qué aspecto de esta exposición le ha impresionado o desafiado más?

Yo estoy muy feliz con esta exposición, me impresiona el trabajo que hemos logrado como equipa con Tessa y con todos los miembros de Casa del Lago.

Ervenshy Hugo JEAN LOUIS, escritor de arte, estudiante de Historia del Arte y Arqueología en la Université d’État d’Haïti

Tessa Mars, nació en 1985 en Puerto Príncipe, Haití. Actualmente vive y trabaja en San Juan, Puerto Rico. Mars es una artista visual interesada en la exploración del género, el paisaje, la migración y la espiritualidad relacionada con la historia hai- tiana y la diáspora caribeña. Utilizando la pintura y el papel maché como materia- les principales, la artista se distancia de las narrativas coloniales y las ideas rígidas acerca de la identidad para acogerse a otras formas de pertenencia colectiva. El trabajo de Mars se ha presentado en las exhibiciones Your Presence Does Not Escape Me [Tu presencia no se me escapa] (2023), en la galería Tiwani en Londres, y Who Tells a Tale Adds a Tail [Quien cuenta un cuento añade un poco] (2022), en el Museo de Arte de Denver en Estados Unidos. Actualmente, Mars es beneficiaria del programa “Mellon High Impact Scholar from Latin America” de la Universidad de Texas en Austin (2023-2024). Mars es egresada de la academia Rijksakademie Van Beeldende Kunsten de Ámsterdam (2020-2022).

Eva Posas

Curadora, escritora y editora. Su trabajo se ha desarrollado entre los límites de lo curatorial y lo editorial, las políticas del lenguaje, el poder de lo sutil, la iden- tidad y la memoria intergeneracional como forma de reflexión estética. Tiene formación en estudios literarios y de lengua. Asimismo, realiza actividades de investigación y difusión en torno a la cultura Binnizá. Vive entre los Países Bajos y México. De 2012 a 2018 fue directora editorial y curadora en Fundación Alumnos47, donde investigó el papel de las publicaciones como provocación social, la narrativa como instrumento curatorial, el cruce de espacios públicos y privados, además de la edición como metodología subversiva. En 2019 y 2020 dio forma y curó el programa Reading Material, dentro de Material Art Fair. Interesada en procesos colectivos de aprendizaje, Posas forma parte del equipo detrás de Materia Abierta desde 2019. En esa misma iniciativa, fue cocuradora, junto a Mônica Hoff, de la edición Ni apocalipsis ni paraíso en 2021. En los años 2020-2021 fue curadora residente en Jan van Eyck Academie y fellow en Nieuwe Instituut en 2022 y 2023. Ha colaborado con distintas instituciones en Ciudad de México, Guatemala, Bogotá, Gateshead, Rotterdam, Ámsterdam, Basel, Zúrich, Berlín, Copenhague, Venecia, Los Ángeles y Nueva York, a través de li- bros, textos, iniciativas educativas, exhibiciones y programas de arte público. Es fundadora de Xigagueta, programa de investigación artística desde territorio Binnizá y autora de Mbuchi: Turtle Words. On Forbidden Mother Tongues, publicado por PrintRoom en 2024.

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